El problema de las inestabilidades de Yesa. Informe 2022
El problema de las inestabilidades de Yesa (Descarga informe completo aquí)
El penúltimo de más de una treintena de informes disponibles sobre la estabilidad de lasladeras de Yesa data de octubre de 2020. No llegó a formar parte de la bibliografía ni referencias del presentado en abril de 2021 por el Colegio de Ingenieros Canales y Puertos deEspaña (CICCP).
Terminaba aquel informe de octubre de 2020, sobre las inestabilidades que se produjeron en la ladera derecha de Yesa, pedido por la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) a miembros del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza, que en Yesa el debate técnico y científico lo había dicho prácticamente todo, concluyendo que:
La ladera no es estable, se mueve y nunca desde 2013 alcanzó ninguna situación quese pudiera reconocer como estable. (FNCA, 2020).
Hoy, en 2022, vemos que la garantía de estabilidad de la ladera derecha de Yesa (aún no sabemos nada sobre la ladera izquierda tras el deslizamiento de 3,5 hm³ de 2007) sigue siendo un estado a alcanzar tras la realización de una serie de obras adicionales. Como desde 2013, la promesa de la estabilidad se lleva al futuro, pero ahora de manera algo más precaria. Hemos pasado una década de informes e informes de informes que nos han situado con el tiempo enestadios de estabilidad generosa, luego a estar en equilibrio estricto y finalmente a tener unaincuantificable estabilidad suficiente. Ya entonces, aquel informe, basándose en la anterior evolución, advertía a los dirigentes que deberían tomar las decisiones estratégicas pertinentes:
La vida de miles de personas depende de si se sigue persistiendo o no en el error deasumir que el llenado posterior al recrecimiento se puede culminar en las actuales condiciones de no estabilidad, con la ladera rota para siempre, con avance superficial y profundo del deterioro, en movimiento, y sustentando a la nueva presa. (FNCA,2020).
Unos meses después, en abril de 2021, el nuevo informe del Colegio de Caminos Canales yPuertos (CICCP), advierte de que el movimiento de la masa deslizada tiene una componente que se nos escapa para comprender el funcionamiento y generación de las inestabilidades detectadas:
No se ha podido aclarar si la ladera se mueve de forma monolítica o si la masadeslizada, se ha fragmentado en bloques en su desplazamiento. Algunos estudioshablan de 4 partes diferentes con condiciones geométricas, geotécnicas ehidrogeológicas distintas, lo cual todavía complica más cualquier análisis deestabilidad. (CICCP, 2021).
Añade el informe del Colegio de Caminos Canales y Puertos (CICCP) de 2021 que:
La gran cantidad de incógnitas presentes en este caso hacen poco fiable cualquiercálculo o modelización para obtener un coeficiente de seguridad. En consecuencia, yadmitiendo que con el recrecimiento de la presa terminado y todas las medidas de excavación, refuerzo y drenaje implementadas o previstas, creemos que el coeficiente de seguridad de la ladera es claramente superior a FS=1. (CICCP, 2021).
Es decir, se cree (pero no hay certeza empírica) que el Factor de Seguridad (FS) ya es claramente superior a la unidad con las actuaciones en marcha y algo ciertamente asombroso: con las medidas previstas para el futuro.
No obstante, y temporalmente, el movimiento que de cuando en cuando se acelera con lluvias y filtraciones (aún no hemos experimentado ningún episodio de sismicidad cercano), sea pequeño y sea heterogéneo o monolítico, choca contra esa creencia y contra la propia definición del FS. Dado que esos movimientos implican que no se puede demostrar que el FS sea lo suficientemente sólido, o como decía el informe de Geoconsult de 2019, “generoso”, se cree que:
La única comprobación posible, sin embargo, se basa en el método observacional, es decir el seguimiento del comportamiento de la ladera (y de las presas) en una puesta en servicio controlada, siguiendo un protocolo. (Capítulo 11. CICCP, 2021).
Volveremos sobre este aspecto, pues conforma el pilar fundamental sobre el que se propone la manera de continuar con las obras, asumiendo que toda inestabilidad derivada de someter a la ladera y a las presas a los nuevos esfuerzos, serían reversibles. Finalmente, en el informe de abril de 2021 —a pesar de lo comentado anteriormente— se justifica esta forma de avance, apoyándose en parte en actuaciones futuras que se comprobarán sometiendo al conjunto presas-ladera al método de ensayo-error en la creencia de que, si sucede algo negativo, siempre sería reversible:
Por todo lo anterior creemos que, prestando atención a las recomendaciones de estos dictámenes y a los asesores especializados de la CHE, la ladera tiene estabilidad suficiente para poner en servicio las presas adyacentes a la misma, si bien ha de seguirse un protocolo de llenado y vaciado que, junto con una instrumentación adecuada, permita el seguimiento preciso del comportamiento del conjunto presas-ladera y señale la conveniencia o no de introducir modificaciones en el proceso o proceder a medidas de refuerzo y prevención. (CICCP, 2021).
Sin embargo, en el mismo apartado 12 de conclusiones generales, se admite que, a pesar de que el factor de seguridad “es claramente superior a FS=1” lo es tan poco que no se puede demostrar siquiera que sea aceptable:
Dada la incertidumbre sobre los factores que influyen en la estabilidad resulta muy difícil demostrar que las condiciones actuales quedan por encima de un factor de seguridad aceptable (no fijado en el proyecto ni en ninguna norma oficial). Las diversas obras de contención y refuerzo realizadas han permitido completar la presa y dejar la ladera en condiciones de estabilidad satisfactorias, las cuales todavía mejorarán con la ejecución de las obras de impermeabilización y drenaje proyectadas. (CICCP, 2021).
Al igual que desde 2013, la última década se ha caracterizado por confiar en las obras del futuro para mejorar una estabilidad que siempre se considera satisfactoria, sin embargo, sea por cuatro partes diferenciadas o de manera monolítica, el consenso del movimiento extremadamente lento de la ladera es del 100%. Es por ello que, a las obras, siempre se las consideró finalizadas de manera eficaz, inicialmente desde 2005 hasta 2009 y luego, como veremos, se afirmó haber detenido el movimiento, llevando el final de la obra hasta 2015, pero no se detuvo y se fue a 2017, más tarde a 2019, 2020, 2021, 2023, 2027…
Esta realidad muestra, sin lugar a dudas, que el método observacional lleva vigente en Yesa muchos años, probablemente desde el inicio de las obras con la consideración observada como errónea y más tarde corregida de parámetros geotécnicos sensibles, como la cohesión o el ángulo de rozamiento y, por tanto, un Factor de Seguridad (FS) global revisado a la baja tras cada observación particular, hasta llegar al “claramente superior a FS=1”, en equilibrio estricto o con estabilidad suficiente.
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